DESIGUALDAD EN COLOMBIA

Senador Antonio Sanguino
Junio de 2021

¿Qué tan desigual es Colombia?

Para medir los niveles de desigualdad, organismos como la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y el Banco Mundial emplean el Coeficiente de Gini: un número entre 0 y 1, donde 0 supondría un reparto totalmente equitativo de ingresos, riqueza y patrimonio entre todos los habitantes del país y 1 significaría que toda la riqueza estaría en manos de un solo individuo. Para la ONU, un Coeficiente de Gini superior al 0,40 es alarmante porque indica una polarización entre ricos y pobres difícil de asumir por la sociedad.

Según los últimos datos de las Naciones Unidas, Colombia ocupa el puesto número 15 entre los países más desiguales del mundo. Cuando se habla a nivel regional, Colombia es el tercer país más desigual, únicamente superado por Brasil y Honduras[1]. A continuación, se presenta la tabla de los 15 países más desiguales del mundo.

RankingPaísÍndice de GiniPoblación 2021
1South Africa6360,041,994
2Namibia59.12,587,344
3Zambia57.118,920,651
4Sao Tome And Principe56.3223,368
5Eswatini54.61,172,362
6Mozambique5432,163,047
7Hong Kong53.97,552,810
8Brazil53.9213,993,437
9Botswana53.32,397,241
10Honduras52.110,062,991
11Angola51.333,933,610
12Saint Lucia51.2184,400
13Papua New Guinea50.99,119,010
14Guinea Bissau50.72,015,494
15Colombia50.451,265,844

Fuente: World Population Review. World Bank’s Poverty and Shared Prosperity 2020 report.

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Igualmente, es importante resaltar que este ranking se hace tomando la desigualdad en Colombia previo a la pandemia, donde el país tenía un índice de 0.504. Actualmente, el índice de GINI en Colombia es de 0.544, lo que significa un aumento de 4 puntos porcentuales[2]. Si bien se entiende que la pandemia aumentó la desigualdad, no tiene presentación, que, desde la entrada de Duque a la presidencia, la desigualdad haya aumentado todos los años. Como se muestra en la siguiente tabla de DANE, desde el 2018, la desigualdad en Colombia ha aumentado al menos 3 puntos porcentuales. Demostrando así, que la política social de Duque ha sido inefectiva, incluso previo a la pandemia, y que cada vez son más las familias pobres y de la clase media, que se hunden en la pobreza extrema.

Fuente: World Population Review. World Bank’s Poverty and Shared Prosperity 2020 report.

 ¿Cómo solucionamos esta problemática?

Foto de: Héctor I. Cristancho B.

Desde el Congreso de la República hemos liderado una serie de iniciativas que buscan reducir la pobreza y la desigualdad en Colombia, entre esas, ésta, la Renta Básica Permanente, la Matrícula Cero y el Servicio Social para la Paz. Estas iniciativas, expresadas como Proyectos de Ley, han recibido poco apoyo en el Senado de la República debido a que las mayorías del Gobierno han limitado y se han opuesto a estos programas sociales.

Por un lado, desde la Cumbre Social y Política para la Renta Básica, y con apoyo de 54 congresistas más apoyamos la Renta Básica. Esta ha sido una iniciativa ciudadana, que además cuenta con el apoyo de miles de organizaciones sociales, los gremios y sindicatos de los trabajadores, los gremios campesinos y que la ciudadanía apoyó férreamente durante el Paro Nacional.

Inclusive, es una propuesta apoyada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). La Secretaria Ejecutiva, Alicia Bárcena, ha propuesto que “los gobiernos garanticen transferencias monetarias temporales inmediatas para satisfacer necesidades básicas y sostener el consumo de los hogares, lo que será crucial para lograr una reactivación sólida y relativamente rápida”. Además, la entidad de las Naciones Unidas ha dicho que, en el largo plazo, las transferencias deben ir más allá de las personas en situación de pobreza y llegar a amplios estratos de la población muy vulnerables, argumentando que una Renta Básica permitiría asegurar el derecho básico a la sobrevivencia[3].

Es más, estudios de Harvard y el MIT, demuestran que las transferencias no condicionadas, no tienen los efectos nocivos para el empleo que los gobiernos argumentan. En este estudio, los datos estadísticos de 7 países en desarrollo demostraron que los programas de transferencias no condicionadas, no afectan el desempleo y no desincentivan a las personas a trabajar[4].

Por más que haya sido una propuesta ampliamente apoyada, el Senado de la República decidió no darle trámite a la iniciativa. En la Comisión Tercera de Senado, se dio una ardua discusión, se realizaron múltiples Audiencias Públicas, pero finalmente el Proyecto de Ley número 402/2020 Senado, “Por medio del cual se crea el programa Renta Básica como Política Permanente de Estado en condición de derecho de ciudadanía y se dictan otras disposiciones” no pudo ser debatido y se hundió.

La Renta Básica debe ser una prioridad de la ciudadanía colombiana, y desde el Congreso seguiremos luchando para alcanzarla. Esta es una solución que le ayudaría al país a avanzar en 9 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en especial en los dos primeros, el fin de la pobreza y el fin del hambre.

Otra iniciativa de nuestra autoría es la Matrícula Cero. Con el apoyo de los senadores Wilson Arias Castillo y Gustavo Bolívar Moreno, radicamos en la Comisión Sexta de Senado el Proyecto de ley número 326 de 2020 Senado, “Por medio del cual modifican disposiciones contempladas en el decreto legislativo 662 de 2020”. Este era un proyecto que buscaba utilizar los recursos del Fondo de Mitigación de Emergencias (FOME) para garantizar la matrícula financiera a todos los estudiantes de las Instituciones de Educación Superior (IES) públicas del país, durante los dos semestres siguientes a la pandemia, pero con la expectativa de convertir la Matrícula Cero en una política de estado permanente.

El Proyecto de Ley pasó por un proceso muy lento en la Comisión Sexta de Senado, fue necesario solicitar el Estatuto de la Oposición para que fuese debatido. En el debate del 16 de junio de 2021, múltiples congresistas argumentaron a favor de la Matrícula Cero, y nadie argumento en su contra. Cuando llegó el momento de la votación, únicamente la Senadora Criselda Lobo y el Senador Jorge Guevara apoyaron el proyecto, y los demás miembros de la comisión negaron la propuesta o simplemente no votaron.

 Por otro lado, el pasado 12 de mayo de 2021, en Cali, el presidente Duque anunció que para el segundo semestre habría Matrícula Cero para todas y todos los estudiantes de los estratos 1, 2 y 3 de las IES del país[5]. Lastimosamente, ésta ha sido la única explicación de la medida. Desde mi oficina se enviaron múltiples Derechos de Petición desde el 17 de mayo a los diferentes ministerios solicitando los detalles de la medida, pero aún no se han resuelto las múltiples incógnitas.

Al igual que la Renta Básica, la Matrícula Cero debe ser una prioridad para el Gobierno Nacional, pues es algo que los jóvenes solicitan a gritos en las calles. Especialmente ahora, cuando sólo el 52% de los jóvenes tienen acceso a la educación superior y la deserción universitaria oscila cerca al 50%[6].

Foto de:
Héctor I. Cristancho B.

En tercer lugar, hemos propuesto el Servicio Social para la Paz[7]. Esta es una iniciativa que busca reemplazar o complementar el actual servicio militar obligatorio, permitiendo que los jóvenes del país le presten un servicio a la patria, pero que no sea enfocado en la guerra. Así, la juventud podría apoyar el proceso de paz prestando su tiempo y esfuerzo y de manera remunerada. Lo que también podría ser una solución a los altos índices de desempleo juvenil (23,1% para febrero 2021[8]) y podría servir como un motor para la reactivación económica.

En conclusión, Colombia necesita urgentemente políticas sociales efectivas que reduzcan la desigualdad en el país. Las políticas e iniciativas del actual gobierno han sido inútiles y se podría decir que hasta contraproducentes. La Renta Básica, la Matrícula Cero y el Servicio Social para la Paz deben ser políticas de Estado, para reducir la desigualdad y fomentar la reactivación económica. De no ser así, la desigualdad podría continuar en aumento, lo que presenta un riesgo para la democracia, la estabilidad y la paz de Colombia.-


[1] World Population Review. (2021). Gini Coefficient By Country 2021. Recuperado de: https://worldpopulationreview.com/country-rankings/gini-coefficient-by-country

[2] DANE. (2020). Comunicado de prensa Pobreza monetaria Año 2020. Recuperado de: https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/condiciones_vida/pobreza/2020/Comunicado-pobreza-monetaria_2020.pdf

[3] Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). (2020). CEPAL propone avanzar hacia un ingreso básico para ayudar a la población más vulnerable a superar los efectos del coronavirus. Recuperado de: https://www.cepal.org/es/comunicados/cepal-propone-avanzar-un-ingreso-basico-ayudar-la-poblacion-mas-vulnerable-superar

[4] Abhijit V. Banerjee, Rema Hanna, Gabriel E. Kreindler, Benjamin A. Olken. (2017). Debunking the Stereotype of the Lazy Welfare Recipient: Evidence from Cash Transfer Programs. Recuperado de: https://scholar.harvard.edu/files/remahanna/files/151016_labor_supply_paper_draft_final.pdf

[5] https://www.eltiempo.com/vida/educacion/matricula-cero-gobierno-anuncia-gratuidad-para-estratos-1-2-y-3-587736

[6] La República. (2020). “Sumado a la pandemia, la deserción estudiantil en las universidades colombianas alcanza cerca de 50%”. Recuperado de: https://www.larepublica.co/empresas/sumado-a-la-pandemia-la-desercion-estudiantil-en-las-universidades-es-de-casi-50-3044557

[7] Proyecto de Ley 147 de 2020 Senado “Por medio de la cual se crea el Servicio Social para la Paz y se dictan otras disposiciones”.

[8] DANE. (2021). Mercado laboral de la juventud. Recuperado de: https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/mercado-laboral/mercado-laboral-de-la-juventud

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