APUNTES SOBRE EDUCACIÓN

GUILLERMO ARENAS SELEEY
En conversación con Germán Darío Leuro

Germán Dario Leuro: ¿Qué importancia tiene en la educación el proceso de abrir la mente?

Guillermo Arenas Seleey: En mi libro “Organizaciones Mutantes” invito a retirar barreras de la mente, superar restricciones que nos crean o creamos nosotros mismos, pues el espacio inmenso de una mente abierta puede ser infinito.

Es clave, en el proceso educativo, ejercitar la intención de ser abiertos, flexibles y amables, como un niño sin ideas preconcebidas, prejuicios o paradigmas.

«En la mente del principiante hay muchas posibilidades, pero pocas en la mente del experto»
Zen Zuzuki Roshi

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El experto, que sabe mucho, condiciona su mente y la vuelve rígida. Encasillar la mente es terrible. Las ilusiones de certeza, de seguridad, nos impiden ser curiosos sobre nuevas posibilidades, sobre cómo hacer mejor las cosas o de otras maneras.

“Viva la vida como un experimento y déjese sorprender todos los días».
Chogyam Trungpa Rinpoche

Es sencillo verificar la rigidez de nuestra mente, observando cómo juzgamos a quienes ven el mundo de manera diferente y en nuestra reacción a otras ideas.

Germán Darío Leuro: ¿Entonces este punto tiene que ver con la actitud hacia los demás, con la discriminación y la intolerancia que caracteriza gran parte de nuestra sociedad?

Guillermo Arenas Seleey: Por supuesto, una mente rígida rechaza otras concepciones del mundo, de la vida. Se encierra en sus “trincheras mentales”. Erige su verdad como la única verdad. No hay diálogo entre jóvenes y viejos, padres e hijos, hombres y mujeres. En política, religión, ideología, defenderá lo suyo sin considerar al otro. El extremo de una mente cerrada es el fanatismo.

Nos agrupamos con quienes piensan como nosotros, fragmentamos la comunidad y ponemos la especie en peligro. Matar al contrario ha sido la solución. William Ospina escribió su ensayo ¿Dónde está la franja amarilla? Y hoy Colombia se viste de un solo color. Es un “mar rojo” emergiendo de una sociedad criminal que vive un desastre colectivo. Los ríos se han teñido de sangre, no de las venas del amante suicida, como dice el bambuco “Sangre en el rio” de Óscar Fajardo García, sino por los que matan a sus “enemigos” políticos.

Esto explica el país que tenemos y puede aclarar algunas características de nuestra educación.

Germán Darío Leuro: Está usted hablando más de actitud mental que de conocimiento en sí. ¿Cuál es la razón?

Las posturas de la mente, las disposiciones del pensamiento condicionan nuestro desarrollo cognitivo, nuestra perspectiva intelectual, la evolución de nuestro ser, los modelos empresariales, las relaciones, nuestro papel en la sociedad, el raciocinio. Además, hoy el cambio no solo es permanente sino acelerado. El cambio cambió su velocidad. Se requiere la capacidad de entender cuándo los conocimientos útiles han perdido vigencia y es necesario abandonarlos. En la rápida desactualización del profesional, no está solo la obsolescencia misma sino la capacidad para cambiar oportunamente; aplicar el tercer nivel de educación de Gregory Bateson.

Recuerdo que cuando terminaba un semestre o después del grado, compañeros agotados de estudiar, decían no querer abrir un libro más. Había llegado el final. La educación debe formar estudiantes para siempre, lectores de toda la vida. Los conocimientos, las habilidades, los empleos, las compañías que considerábamos perdurables se han vuelto pasajeros. Al lado del conocimiento es importante el pensamiento crítico.

Germán Darío Leuro: ¿Corremos el peligro de quedarnos tratando de fortalecer un modelo que debemos cambiar o que insistamos en un paradigma que requiere ser sustituido?

Guillermo Arenas Seleey: Con frecuencia se educa para servir a un sistema obsoleto pero que tiene poder. Estamos ante una nueva visión de la vida y la naturaleza. Pasamos de las fuerzas rígidas creadas con metodológica planeación a las fuerzas emergentes que surgen del caos. De la simplicidad a la complejidad y la transdisciplinariedad; de la certidumbre a la incertidumbre y eso implica riesgo; de un modelo organizacional militar de mandos a un modelo ecosistémico, sin jefes, dinámico, de autogestión. Del modelo mecanicista de la revolución industrial a la licuefacción de la modernidad líquida.

Sufrimos de una esclavitud sutil y peligrosa: la esclavitud mental. La gente sigue modas pasajeras. La juventud merece liberarse del consumismo, de gastar lo que no tiene. Los uniformes mentales son peligrosos. La ecología empieza desde la mente.

Germán Darío Leuro: ¿Están nuestras instituciones educativas alejadas de lo que somos, de las regiones y sin ofrecer soluciones de avanzada y más auténticas para las necesidades del país?

Guillermo Arenas Seleey: Las entidades educativas deben voltear los ojos a las vocaciones regionales para fortalecerlas y desarrollarlas, porque se han mirado con indiferencia, a veces, con cierto menosprecio.

Las vocaciones regionales y nuestra idiosincrasia, pueden generar interesantes empeños organizacionales orientados a una nueva etapa de desarrollo humano, social y ambiental.

“La cultura y la educación son fundamentales para resolver la tragedia nacional”.
William Ospina

Los sectores tradicionales, los campesinos, requieren soluciones innovadoras que permitan enfrentar las dificultades climáticas, la conservación de nuestra diversidad, el empobrecimiento de la tierra y la garantía de una adecuada producción de alimentos. Hay que actuar con agilidad, pues planificar desde la academia es demorado y en el mundo los proyectos se ejecutan cada vez más en menos tiempo.

¿Cómo afectará la impresión 3D la manufactura actual? ¿Qué va a pasar con el sector ganadero cuando en el 2030 empiece a producirse carne de células madres?

Germán Darío Leuro: ¿Por qué es tan bajo el porcentaje de profesionales que hacen empresa?

Guillermo Arenas Seleey: La tendencia ha sido capacitar profesionales para emplearse, sin formar espíritu emprendedor, desarrollar la capacidad de aprovechar o crear oportunidades, con lo cual, más egresados visionarios contribuyan al desarrollo de las regiones y a crear empresas apartadas del capitalismo arrollador que domina al mundo. Con frecuencia, destacados emprendedores en Colombia y en el mundo, especialmente aquellos con altas dosis de ingenio y creatividad, abandonan la educación formal. Una mejor atención de las entidades educativas a la economía nacional, a orientar las empresas a un capitalismo responsable, privilegiar el ser humano, producir riqueza honradamente y no a través de la corrupción, contribuiría a una gran transformación.

German Darío Leuro: Hablemos de la educación de las personas de menores recursos económicos, de la limitada cobertura de la educación pública y de su calidad.

Guillermo Arenas Seleey: Hay un gran descuido de los niños y los jóvenes de posición social desventajosa. Sin cupos suficientes en la educación pública, muchos jóvenes inteligentes pero pobres se quedan sin posibilidades de desarrollo. No se pone en práctica la trillada afirmación de que “en el talento está nuestra riqueza”.

La educación pública en todos los niveles, puede producir un admirable resultado económico-social. Sus egresados, en su mayoría de clase media o clase baja transforman sus vidas y a la vez enriquecen el medio cultural, social y económico, elevan el nivel de vida, crean oportunidades de trabajo y hacen a este país más productivo.

Más cubrimiento y mejor calidad de la educación a la población de escasos recursos, pero no escasa de inteligencia, daría a este país una gran prosperidad. Utilizar la tecnología informática y la capacidad gigantesca de internet, permitiría llevar a los más apartados rincones de nuestro territorio los mejores maestros, autores, libros, todo el conocimiento. La educación está en angustiosa espera de fortalecimiento, su limitación es una directa limitación a nuestros niños, a nuestra juventud, al presente y al futuro de Colombia.

Germán Darío Leuro: ¿Y sobre todo qué se debe enseñar, ¿cómo enfocar el proceso educativo, la educación para qué?

Guillermo Arenas Seleey: Somos un país perdido en el olvido. Nos falta identidad, tolerancia, entender nuestra historia, valorar lo nuestro. Falta honestidad y responsabilidad social. Y ante el mundo tenemos mucho por proponer y desarrollar.

El capitalismo nos arrastra por una autopista de alta velocidad que no da tiempo para atender lo esencial de la vida. Es un único camino con la apariencia de muchas alternativas que sólo nos deja una opción: consumir.

Al lado del conocimiento, debe haber sabiduría. Educación para la vida. Unir mente y emoción, entender nuestra naturaleza. Reconocernos a nosotros mismos, reconocer al otro, en términos de Morin, civilizar.

La educación como semilla que haga crecer el fruto de un mundo nuevo. Rebelión para cambiarnos a nosotros mismos y cambiar la sociedad. Y todo esto empieza desde la casa.

Flexibilizar el currículo de las profesiones; si se aumentan los cupos en las instituciones educativas con los mismos enfoques, tendremos más profesionales desempleados.

“Hoy todos estamos abocados a vivir en una condición de revolución perpetua”.
Zygmunt Bauman

Educación en la misma empresa; el sitio de trabajo como fuente de conocimiento, formación flexible que utilice la complejidad de los desarrollos y la audacia de las innovaciones para capacitar al personal aumentando la productividad; enfoque social empresarial que apoye la formación de estudiantes de bajos recursos económicos.

La etimología griega de Heutagogía conduce a «descubrir», “inventar», «encontrar», y «guiar»; conducir hacia los descubrimientos con una mirada más profunda de los autodidactas; vinculada con el PLE (Personal Learning Environment / Entorno Personal de Aprendizaje) y la Metacognición. Educación online formal y no formal, pues la internet probablemente sea una de las fuentes más propiciadoras de esta nueva Heutagogía y de aprovechar la conectividad para educar desde una biblioteca digital como lo propone el Libro Total.

“Somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros”
Jean Paul Sartre

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