EDUCACION. EL GRAN RETO

Por: Franz Mutis Caballero

La reproducción de las maneras de perpetuar los usos y costumbres de un núcleo humano, para  aprovechar las herramientas, primitivas en el umbral de la civilización, transformadas paulatinamente con el descubrimiento de las leyes de la naturaleza y su utilización en el desarrollo de tecnologías, cada una novedosa en su tiempo y con la diversidad de actividades que el crecimiento poblacional conlleva, obliga a que se adiestren los que se  dedican a una especialidad, con el  conocimiento de los procesos que le permitan producir los bienes y servicios que demanda su comunidad.

Bienes y servicios para la supervivencia, para el confort, para la guerra, para la expansión, para alimentar las creencias, para la diversión. Se aprende porque se imita o porque se recibe instrucción. Se aprende cómo elaborar los bienes y también se aprende cómo usarlos; es la génesis de la educación, que se instituye en múltiples modalidades según el grado de desarrollo de cada sociedad, siempre precedida por un conocimiento.  El conocimiento genera el poder del intelecto que se asocia fácilmente con el poder del dominio territorial.

 Nos compete mirar a los sumerios, caldeos, persas, egipcios, fenicios, griegos y romanos de la antigüedad, como las civilizaciones antecesoras del desarrollo de occidente y encontramos allí una diversidad de escuelas, particularmente de orden filosófico, con connotaciones religiosas en la mayoría de las civilizaciones; son faros del conocimiento y del dominio, con características propias en cada caso, pero siempre rondando a las élites. Estos clanes minoritarios que detectan el poder, avanzan en la comprensión del cosmos, encuentran el constructo matemático, penetran en el entendimiento de las leyes naturales, cultivan la música y se interesan por conocer lenguas adicionales a la materna.

El resto, la gran mayoría, o se preparan para la guerra o cargan con la elaboración de bienes para los cuales son entrenados en sus propias familias que se casan con una especialidad; léase constructores, herreros, pastores, carpinteros, etc.

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Durante los diez siglos del transcurso de la antigüedad a la modernidad, en lo que se conoce como edad media, que cierra con el renacimiento y la explosión de la Ilustración, en occidente aparece un gran protagonista, la religión católica, que se convierte en el gran sustento de los regímenes absolutistas que señorean en Europa, consolidan los sistemas feudales y extienden sus dominios a América. Instalado el poder absoluto en un monarca, a su vez respaldado por la institución pontificia del catolicismo, que representa al dios verdadero en la tierra, la sociedad se estratifica en la alta nobleza, el clero y los siervos. Surgen los monasterios donde se ubican las escuelas, convirtiendo al clero en un estamento ilustrado que generalmente tiene el encargo de educar a la alta nobleza y de donde surgen algunos colegios y primeras universidades abiertas a una población de elite minoritaria, pero como se ha señalado, la dominante.

Con el primer viaje de Cristóbal Colón a este “nuevo continente”, en 1492, se inicia un proceso de expansión de la Corona Española que reproduce su cultura, con normas y estratificaciones y que, en términos generales, en los trescientos años de dominación en América, genera un nuevo y curioso perfil humano que a pesar del mestizaje del español con el indígena y con el africano traído y esclavizado por los mercantes europeos, se mueve con los parámetros de España. Si bien, en el territorio de la Nueva Granada se funda en 1580 La Universidad Santo Tomás de Aquino, en 1621 el Colegio seminario San Bartolomé y en 1653 el Colegio Mayor del Rosario, estos centros asentados en las órdenes religiosas de los dominicos, jesuitas y la última abierta con el patronato del arzobispado de Santa Fe, dedican su labor a formar al clero y a la élite virreinal. Cuando se inician los movimientos de generación de autonomías locales en 1810, conocidos como la eclosión juntera[1], la gran mayoría de sus habitantes eran analfabetos y los pocos ilustrados se encuentran en el Clero y en algunos Criollos.

Los propósitos de la búsqueda de la libertad y de la soberanía, perseguidos en la gesta independista, cuya inflexión del dominio  territorial  se logra en el campo de batalla en Boyacá el 7 de agosto de 1819, se expresan en Derecho en Diez Títulos y 191 artículos, en la primera Constitución de Colombia, acordada el 30 de agosto de 1821, en La Villa del Rosario de Cúcuta, que define totalmente  el nuevo Estado, los atributos de sus integrantes, su territorio, la división de los poderes y las normas que rigen la administración, las elecciones y la organización de la República, específicamente  en cada uno de los tres poderes, el legislativo, el ejecutivo y el judicial.

Los sublimes propósitos de soberanía e independencia quedaron plasmados en los dos primeros artículos que transcribo: “Artículo 1.- La nación colombiana es para siempre e irrevocablemente libre e independiente de la monarquía española y de cualquier otra potencia o dominación extranjera; y no es, ni será nunca patrimonio de ninguna familia ni persona.  Artículo 2.- La soberanía reside esencialmente en la nación. Los magistrados y oficiales del Gobierno, investidos de cualquiera especie de autoridad, son sus agentes o comisarios, y responden a ella de su conducta pública.

 

La trascendencia del nacimiento de la nueva República sobrepasa el objeto de la independencia y de la soberanía, de por sí muy importantes; es una mutación ideológica profunda al reemplazar la soberanía del monarca, amparado por una iglesia, por la soberanía de la nación. Son efectos de La Ilustración, como de ella son consecuencia   la independencia de Norte Americana y la Revolución Francesa; es la nueva ruta de la democracia. La nueva República la integrarán ciudadanos, con capacidad de elegir sus representantes. Dejarán de ser siervos y se establecen las bases para la generación de leyes que los harán iguales ante la ley.

La condición de saber leer y escribir, para el sufragante parroquial, sólo tendrá lugar hasta el año de 1840, según se establece en el numeral tercero del artículo 15. Esta excepción temporal era necesaria para poder votar, porque la gran mayoría era analfabeta. Pero también, tácitamente nos dice que 19 años después de vida republicana no debería haber analfabetas, es decir, la nación con su nueva estructura estatal debe procurar educación universal.

Desde entonces, los gobiernos en cada uno de sus periodos de ejercicio han intentado establecer escuelas, colegios y universidades. Sobresaliente el programa del gobierno del general Santander en la construcción y establecimiento de colegios en los centros más destacados del país también; sobresaliente la interacción con modelos de educación revisados durante el gobierno de los Estados Soberanos, como expresión del liberalismo, que trajeron de Europa a diversas partes del país instituciones que aún subsisten o dejaron una gran huella, como el caso del Dámaso Zapata en Santander. También sobresalieron las diferentes instituciones que tomaron algunas colectividades religiosas dedicadas a la educación, como los Hermanos Cristianos y los Jesuitas, pero más sobresaliente aún la gestión de colegios públicos y universidades de calidad, donde los hay.

En la actualidad, los desarrollos educativos deben circunscribirse al artículo 67 de nuestra Carta vigente, la Constitución Política de 1991, que a continuación copio:

Artículo 67. La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social: con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura. La educación formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia; y en la práctica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del ambiente.

El Estado, la sociedad y la familia son responsables de la educación, que será obligatoria entre los cinco y los quince años de edad y que comprenderá como mínimo, un año de preescolar y nueve de educación básica. La educación será gratuita en las instituciones del Estado, sin perjuicio del cobro de derechos académicos a quienes puedan sufragarlos. Corresponde al Estado regular y ejercer la suprema inspección y vigilancia de la educación con el fin de velar por su calidad, por el cumplimiento de sus fines y por la mejor formación moral, intelectual y física de los educandos; garantizar el adecuado cubrimiento del servicio y asegurar a los menores las condiciones necesarias para su acceso y permanencia en el sistema educativo. La Nación y las entidades territoriales participarán en la dirección, financiación y administración de los servicios educativos estatales, en los términos que señalen la Constitución y la ley.”

 

Dentro de los programas de gobierno y especialmente en campañas electorales, el tema de educación se proclama como importante, sin embargo, siempre se quedan cortos en la planeación y aún más en la ejecución; hoy tenemos grandes falencias y grandes retos. La educación pública es asimétrica con la privada y es asimétrica en sí misma, dependiendo del territorio; las mejores escuelas y colegios públicos se encuentran en los centros principales, sin embargo, generalmente en sus periferias; cuando existen establecimientos educativos, distan radicalmente de los mejores en dotación física y en soporte de maestros. Más grave aún en el sector rural. Esta realidad se refleja en la exclusión en la educación superior que se proclama amplia en el acceso por lo económico, sin embargo, la exclusión afecta a quien viene sin la formación adecuada, no logra ingresar, no supera las pruebas de admisión.

 

Los sistemas de información controlados por el Ministerio de Educación y la obligatoriedad impuesta de informar desde los centros educativos en Colombia, nos dan buena cuenta del avance o déficit (depende como se mire) de nuestro sistema educativo. Adelante mostraré algunas cifras que respaldan lo escrito en el párrafo anterior. La existencia de este acervo de información que puede consultarse con niveles aceptables de actualización, son valiosas para diseñar planes de desarrollo educativo. Los elementos medibles son la cobertura y la calidad. En un análisis realizado por el periódico La República[2], con el apoyo de Mauricio Santamaría de la ANIF, se anota que:

1.En el 2018 la cobertura hasta noveno grado fue del 72%.

2.El gasto público en Educación fue un 4.5% del PIB, representando un 14.14% del gasto público total en 2019.

3.La calidad se midió con los resultados del programa internacional de evaluación de estudiantes PISA, donde Colombia obtuvo un puntaje de 406. El puntaje promedio de los miembros de OCDE[3] fue 488, el de Chile 438, el de México 416 y el de Perú 402. Estos resultados señalan a Colombia rezagada, sólo supera al Perú y está por debajo Serbia, país con ingreso per cápita comparable con el colombiano, que obtuvo un puntaje promedio de 442.

Qué ensañar y cómo hacerlo es la pregunta que hay que resolver para completar las variables de un plan integral y de alto impacto en la transformación de un país. Esta se ha planteado en muchas oportunidades y ha generado diferentes modelos. Desde la ley 30 de 1992, que proclama la autonomía y obliga a que cada centro de educación plantee, en forma participativa, su modelo o plan educativo institucional (PEI) se han logrado interesantes aciertos, como también se han generado vacíos en los contenidos que la sociedad reclama. Verbo y gracia: por integrar la historia y geografía en el capítulo de sociales, se encuentra que realmente no se tratan estas materias que, según la percepción de los mayores, son importantes para la ubicación del dicente y futuro ciudadano. Hay muchos otros reclamos señalando bajos niveles de formación en humanidades y carencia de instrucción de convivencia ciudadana. Claro, esto depende de cada PEI.

Los modelos educativos en los países desarrollados, claramente han sido motores de su desarrollo. La revisión de los modelos norteamericano, danés, ruso y japonés, entre otros, son importantes referentes para la revisión de nuestro modelo. Es interesante el reciente ajuste al modelo japonés, que se espera prepara la nueva generación para ser ciudadanos del mundo.

Valioso el esfuerzo del gobierno actual, al haber convocado la segunda misión de sabios que ellos mismos definen en uno de sus documentos:

“La Misión Internacional de Sabios 2019 fue convocada por el Gobierno Nacional en el mes de febrero de este año. Estuvo conformada por un grupo de expertos independientes y ad honorem en diferentes campos y de diferentes nacionalidades. La Misión recibió el encargo de trazar una hoja de ruta para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación en Colombia. Esta misión se convocó 25 años después de que la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo de 1994 entregara al gobierno nacional su informe Colombia al filo de la oportunidad”[4]

 

La comisión rindió su informe contenido en Volúmenes digitales en formato pdf en el siguiente enlace:

Documentos | Minciencias

Es alentador y genera gran optimismo leer estos diez volúmenes digitales, donde se muestra el campo de posibilidades de Colombia en el contexto mundial contemporáneo para la ciencia, la tecnología y la innovación. Sin duda, serán la hoja de ruta de los planes educativos, para que la preparación de los colombianos sea pertinente en este mar de oportunidades. En el pie de página, Foto de los títulos de los volúmenes anunciados:[5]

[1] Se conoce como eclosión juntera, las convocatorias en los cabildos de múltiples ciudades del Nuevo Reino de Granada a conformar juntas de gobierno autónomas acaecidas en 1810, el 14 de junio en Cartagena, el 4 de julio en Pamplona, el 10 de julio en el Socorro, el 20 de julio en Santafé, el 6 de agosto en Mompox, etc. Movimientos que tienen como antecedente la toma del control Monárquico por Napoleón en 1808 en la Península Española.

[2] Educación en Colombia: Avances en cobertura y desafíos en calidad (larepublica.co)

[3] La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) es una organización internacional que agrupa a 36 países miembros y cuya misión es promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo.

[4] propuesta-sabios-txt_y_portada-alta.pdf (minciencias.gov.co)

[5]

 Brochure – Focos e Integrantes

24.49 MB

 Brochure Resumen Propuestas Misión de Sabios

12.61 MB

 Volumen 1 – Ebook Principal- Colombia hacia una sociedad del conocimiento

4.11 MB

 Volumen 2 – Colombia hacia una sociedad del conocimiento -Síntesis de propuestas

6.42 MB

 Volumen 3 – Ciencia y Tecnología: Fundamentos de Bioeconomía- Propuestas del Foco de Biotecnología, Bioeconomía y Medio Ambiente

2.49 MB

 Volumen 4 – Colombia Construye sus Cimientos – Propuestas del Foco de Ciencias Básicas y del Espacio

3.96 MB

 Volumen 5 – Equidad, Educación y Desarrollo – Propuestas del Foco de Ciencias Sociales y Desarrollo Humano con Equidad

7.65 MB

 Volumen 6 – Propuestas y Desafìos para la Salud y la Vida – Propuestas del Foco de Ciencias de la Vida y de la Salud.

20.98 MB

 Volumen 7 – Colombia, la Oportunidad del Agua: Dos Océanos y un Mar de Ríos y Aguas Subterráneas – Propuestas del Foco de Océano

9.02 MB

 Volumen 8 – Arte, cultura y conocimiento – Propuestas del Foco de Industrias Creativas y Culturales

10.75 MB

 Volumen 9 – Colombia y la Nueva Revolución Industrial – Propuestas del Foco de Tecnologías Convergentes e Industrias 4.0

8.81 MB

 Volumen 10 – Transición Energética, Productividad y Sostenibilidad – Propuestas del Foco de Energías Sostenibles

14.76 MB

 Bieconomía para una Colombia Potencia viva y diversa: Hacia una sociedad impulsada por el conocimiento

16.9 MB

 Volumen 1 ENG – Colombia on the Path to a Knowledge – Based Society – Reflections and proposals – Vol1

 

El gran reto es universalizar el acceso a la educación en todo el país, un plan de desarrollo que cubra la generación actual y las siguientes, que cada niño tenga la posibilidad de ingresar a centros educativos de la misma calidad del resto del país, igualando por lo alto, como  forma efectiva de minimizar las diferencias; una educación adecuada e igualitaria fortalece en capacidad de convivencia, superando los complejos sociales de desigualdad que nos azotan, aumentando la capacidad de generar riqueza, redistribución y equilibrio. Una educación, que le permita al futuro ciudadano entender el mundo contemporáneo, interconectado globalmente y proyectarse en una profesión, arte u oficio, aportando a la armonía de la vida en comunidad y que contribuya a su felicidad y a la de los individuos de su entorno.

 

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