EDUCACIÓN Y TRANSFORMACION SOCIAL

Por: Agustín Herrera De arcos
M.D. Mg. en Psicología clínica y salud
Más de 30 años de trabajar en economía solidaria.

El distinguido maestro Paulo Freire dijo:
La escuela no puede cambiar el mundo, pero sin ella esto es imposible.
La escuela no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo.

FUNDAMENTOS PARA LA BUSQUEDA DE UNA MEJOR CALIDAD DE VIDA
1. Vivimos en un sistema socioeconómico muy injusto.

Es una experiencia visible en el diario vivir, de lo cual no hay duda y es entendible para cualquier persona en cualquier sitio en que se encuentre: la distribución de los ingresos y de los bienes que corresponden a la humanidad, tienen una manera de adquisición y de entrega muy desigual, y todo esto es legitimado por el “gran poder” representado en el capital, que se expresa en las grandes organizaciones financieras, empresas de manufactura y de servicios, con lo cual, contribuyen a que la pobreza campee y la indigencia social sea el pan nuestro de cada día y no importa que no se tenga en cuenta por los gobiernos en sus políticas o los representantes de los mismos.

La gente no responde ante el llamado de su propia miseria que le hunde cada vez más en la pérdida de su dignidad como ser humano, ya que vive una indefensión aprendida permanente, la cual debe entenderse como la dificultad manifiesta de no poder exigir lo que le corresponde, ya que ha sido tan frecuente el maltrato y la humillación, que es incapaz de defenderse. Y es que poblaciones enteras carecen de los elementos básicos para subsistir, representando esto el mayor indicador de injusticia social.

Sabemos que la justicia implica que cada persona debe tener garantizado recibir, tener y estar asegurado de lo necesario para vivir con dignidad. Por lo tanto, el estado de injusticia, mencionado atrás, donde esto no se valida, atenta contra la supervivencia de las personas. Y es en esta línea donde debemos tener claro que una cosa es decir que hay pobres, otra que hay pobreza y otra muy diferente que el sistema genera pobreza.

Publicidad

Este es, entonces, el primer aspecto que debe tenerse en cuenta en todo proceso educativo, si se busca que la sociedad pueda transformarse de manera favorable en lo que tiene que ver con su crecimiento económico y desarrollo social. Así, entonces, la educación puede propiciar la permanencia del status quo o la transformación social; puede ser conservadora o innovadora, dependiendo de la política de Estado y del proceso metodológico empleado.
La educación debe considerarse como un bien público social, al que todo ser humano debe tener derecho, no importa quien sea ni dónde se encuentre. Las innovaciones educativas tendientes al logro de las transformaciones sociales y productivas, deben constituirse en uno de los propósitos de los Estados y sus gobiernos.

2. El segundo postulado tiene que ver con entender y validar el contenido de Educación y Transformación Social, en la búsqueda de construir una conducta ciudadana crítica y responsable.

El aspecto más importante, es tener claro que la educación para la transformación social es un proceso socio-educativo abierto y permanente, que debe generar las condiciones para el desarrollo de una ciudadanía crítica, responsable y comprometida a nivel individual y colectivo, dando lugar a una sociedad más justa y equitativa en un entorno ambiental sostenible; esto quiere decir que es fundamental vincular la educación a la comunidad, lo cual implica trabajar con las familias en una gestión de acercamiento a la educación de los hijos, desde el nivel primario hasta la educación intermedia y superior.
En este trabajo la formación de una ciudadanía crítica es necesaria para alcanzar una mayor y mejor democratización de los sistemas educativos y de las sociedades en general, ya que existe una gran relación entre los conceptos de desigualdad, educación y las posibilidades de transformación social.
El hecho de que en la educación no se aprenda y que en nuestra actual democracia no se consigan altos índices de participación, son consecuencias de un mismo fenómeno: la manera lineal, superficial y excluyente en que se conciben ‘aprendizaje y participación’ y la forma en que ambas realidades se implementan.
La educación para la transformación social, debe ser una actividad continua para generar pensamiento crítico y facilitar el que cada persona sea activa y proactiva, responsable y consciente, con el fin de conformar una sociedad capaz de transformar su propio entorno. Y lo hace, teniendo en cuenta varias miradas, como el enfoque local-global, enfoque de derechos y corresponsabilidad, entre otras.
La gestión de trabajo continuo debe impulsar iniciativas para la creación de una ciudadanía informada, crítica y solidaria, una ciudadanía participativa, cuyas demandas, necesidades, preocupaciones y análisis se tengan en cuenta a la hora de la toma de decisiones políticas, económicas y sociales.

Influencia de la educación en la transformación social.

El desarrollo económico, social y político de toda clase de comunidades, ya sean urbanas, suburbanas o rurales depende de la calidad de la formación que las nuevas generaciones reciban. Sólo a través de la educación se podrá superar la violencia y avanzar en el crecimiento y desarrollo de la sociedad.
Mediante las propuestas de sensibilización, que generalmente deben ser acciones puntuales y de corto plazo, se pretende lograr un cambio de actitud y valores a partir de la presentación de un determinado fenómeno o problema, con el objetivo de conseguir una ciudadanía informada y participante.
A través de la Incidencia Social, entendida como incidencia política y movilización social, se pretende generar un proceso cuyo objetivo sea la transformación social, mediante propuestas que favorezcan unas relaciones entre los distintos actores que deben participar. Se trata de un ejercicio democrático de una ciudadanía informada, crítica y activa.
Tres enunciados que siempre vale tener presente: tener convicciones, creer que es posible cambiar nuestro entorno a favor y valorizar la práctica educativa. Son propuestas fuertes. Si se reflexiona sobre ellas con detalle, se comprende que antagonizan con el posibilismo dominante, el descreimiento, la sospecha y la resignación a un mundo hegemonizado por la frivolidad, la impaciencia y la escasa solidaridad. Pero la sola posibilidad de que este documento, que usted tiene en sus manos haya sido escrito demuestra que, pese al neoliberalismo, germinan, crecen, se ex¬perimentan y llegarán a desarrollarse políticas públicas que no sólo lo ponen en cuestionamiento en términos teóricos, sino que luchan concretamente por desplazarlo y lograr un mundo digno de ser vivido. Considero que sólo puede nom¬brarse un sistema injusto si se tienen miradas, sentidos y palabras para decirlo.
Quizá el lector quede insatisfecho con el contenido de este documento; lo que se pretende es hacer una reflexión sobre un tema tan significante en la búsqueda de un mejor bienestar de la persona humana, basado en posibilitarse una concienciación que facilite una mejor calidad de vida.

BIBLIOGRAFIA:
1. Alberto Moreno Doña. y Marcelo Arancibia Herrera. EDUCACIÓN Y TRANSFORMACIÓN SOCIA, Construyendo una ciudadanía crítica. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Universidad Austral de Chile,

2. Carlos Calvo Muñoz, Educación y Democracia ¿relación educativa o escolarizada? Pontificia Universidad Católica de Valparaiso.

3. Alberto Moreno Doña, Rodrigo Gamboa Jiménez y Carolina Poblete Gálvez, Desigualdad, educación y posibilidades de transformación social: pedagogía crítica y democratización escolar. Pontificia Universidad Católica de Valparaiso.
4. Bolton, Patricio – Educación Y Transformación Social. U.B.A. Buenos Aires, Argentina.

Publicidad